Internet Zero (I0)

¿Por qué el teléfono suena cuando llama una persona con la que no queremos hablar? ¿Cómo es posible que mi cafetera no sepa como me gusta el café? ¿Por qué la lavadora no selecciona sola el programa y la cantidad de detergente que necesita la ropa que le han introducido?

Neil Gershenfeld, el padre de la criatura Internet 0 es un judío de Boston profesor en el Instituto de Tecnología de Massachussets y Director de su Center for Bits & Atoms y de los denominados Media Labs. Para Gershenfeld las personas no deben adaptarse a las máquinas sino que son las máquinas las que deben adaptarse a las personas. El mundo ideal es aquel en el que nadie piense en los ordenadores porque estarán en todas partes. Todos los objetos que nos rodean serán más inteligentes y cumplirán mejora la función para la que fueron creados. Internet 0 sería como hablar de inteligencia distribuida, de servidores por todas partes. En lugar de ordenadores centrales, microservidores en todas las cosas para dotarlas de inteligencia sin dejar de ser lo que son.

La expresión Internet 0 surgió en Barcelona al abrigo del proyecto Media House. Nadie mejor que el propio creador para explicar que pretendían con este proyecto y que narraba en una entrevista aparecida en la Vanguardia el 3 de octubre de 2001:

“.. El futuro integrará bits y átomos, hardware y software, información y aparatos, estructura física y lógica, razón y materia...¡ya lo descubrió Gaudí! ¡Por eso estoy aquí en Barcelona! ¡Y por eso construimos aquí la primera casa que no tiene ordenadores: ella misma “es” un ordenador...Como Gaudí, unimos la estructura, la función y la estética. En él no puedes distinguir lo “decorativo” de la “estructura”. En nuestro proyecto, la casa es un ordenador que crece a medida que tú le pones más enchufes, más luces, más altavoces...Cada enchufe o altavoz o lo que usted quiera dialoga con el otro a través de Internet... ¡Un ordenador paralelo distribuido que procesa la información de la casa y crece con ella! Eso es unir el átomo al bit. La casa tiene su propia estructura lógica, que es al tiempo su estructura física y no espera órdenes de ningún ordenador externo. Es un ordenador en ella misma.... Junte bits y átomos. ¿Qué tiene? ¡El fabricador personal! ¡Todos tendremos uno! ... Igual que ahora escribe lo que quiere en su ordenador, fabricará lo que quiera con su fabricador. Lo de menos es el qué.”

¡Fabricadores personales! Neil Gershenfeld está impulsando la creación, en distintos países, de laboratorios donde combinando ordenadores, software e impresoras 3D (estereolitografía) una persona puede diseñar y fabricar el objeto que quiera. Son los FAB LAB. Uno de ellos se encuentra en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) . A través de una impresora en 3 dimensiones que permite imprimir objetos tridimensionales en color de una sola pasada hasta un tamaño de 210 x 300 x 250 mm. y de otras herramientas es posible pasar de la idea al producto casi inmediatamente.